sábado, 25 de octubre de 2014

Imperio Bizantino: Justiniano y decadencia de Bizancio

Durante el reinado de Justiniano (527-565), el Imperio llegó al apogeo de su poder. El emperador se propuso restaurar las fronteras del antiguo Imperio Romano, para lo que emprendió una serie de guerras de conquista en Occidente.

Mosaico de Justiniano. San Vial de Ravena Italia.
Entre 533 y 534 un ejército al mando del general Belisario conquistó el reino de los vándalos, en la antigua provincia romana de África.

Entre 535 y 536, Belisario arrebató a los ostrogodos Sicilia y el Sur de Italia, llegando hasta Roma. Tras una breve recuperación de los ostrogodos (541-551), un nuevo ejército bizantino volvió a atacar Italia.

En 552 los bizantinos ganaron extensos territorios del sur de la Península Ibérica. La presencia bizantina en Hispania se prolongó hasta el año 620.

Las campañas de Justiniano en Occidente dejaron exhausta la hacienda imperial y precipitaron al imperio en una situación de crisis, que llegaría a su punto culminante a comienzos del siglo VII.

Fiel a la tradición romana, Justiniano se lanza a la aventura de reconquistar para el imperio el Mediterráneo, no tuvo resultados duraderos y después de la cual Bizancio concentrará sus energías en el Oriente. 

* Conflicto Iconoclasta
El movimiento iconoclasta
le abrió paso a la existencia
de la religión ortodoxa
Imagen de Cristo Pantocrator
Entre los años 726 y 843, el Imperio Bizantino fue desgarrado por las luchas internas entre los iconoclastas, partidarios de la prohibición de las imágenes religiosas, y los iconódulos, contrarios a dicha prohibición. 

La primera época iconoclasta se prolongó desde 726, año en que León III (717-741) suprimió el culto a las imágenes, hasta 783, cuando fue restablecido por el II Concilio de Nicea. La segunda tuvo lugar entre 813 y 843. En este año fue restablecida definitivamente la ortodoxia.

El conflicto iconoclasta refleja también la división entre el poder estatal (los emperadores, la mayoría partidarios de la iconoclastia), y el eclesiástico (el patriarcado de Constantinopla, en general iconódulo).




* Decadencia
Las conquistas de Justiniano no se conservaron mucho tiempo. En la segunda mitad del siglo VI, los lombardos arrebataron a los bizantinos todo el norte y centro de la península Itálica. A comienzos del siglo VII, los visigodos consiguieron expulsar a los bizantinos de Hispania. Durante los siglos VII Y VIII, los musulmanes se apropian de toda la costa mediterránea de África, así como Siria y Palestina. 

Bandera oficial del imperio
Desde entonces, el imperio bizantino quedo reducido a la península de Anatolia, los Balcanes y el sur de Italia. Durante el siglo IX y X el imperio bizantino, vivió una nueva etapa de esplendor. Después, la existencia de Bizancio se caracterizó por las pérdidas territoriales continuas y por la amenaza constante de sus fronteras, sobre todo por parte de los musulmanes.

A principios de siglo XV solo quedaba la ciudad de Constantinopla en las manos bizantinas. En 1453, tras un largo asedio, Constantinopla fue tomada por los turcos otomanos y el Imperio Bizantino desapareció.


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